Las lagunas de San Asensio se pueden considerar un oasis de biodiversidad entre viñedos riojanos. En un entorno dominado por viñedos y suaves colinas, las Lagunas de San Asensio emergen como un espacio natural sorprendente y de gran valor ecológico. Este pequeño humedal, situado a las afueras del municipio, es uno de los secretos mejor guardados de La Rioja Alta: un lugar donde la naturaleza se manifiesta en toda su riqueza y diversidad, y donde la tranquilidad del paisaje invita a detenerse y observar.
Las lagunas, de origen artificial pero hoy perfectamente integradas en el ecosistema local, se han convertido en un refugio vital para la fauna silvestre, especialmente para aves acuáticas y migratorias. Aquí es posible avistar especies como garzas reales, zampullines, ánades reales, fochas, y otras muchas aves que encuentran en estas aguas un punto de descanso, alimentación y nidificación.
Pero la riqueza no es solo alada: la vegetación acuática y ribereña crea un hábitat diverso, hogar de anfibios, insectos y pequeños mamíferos, además de ser un enclave fundamental para el equilibrio ecológico del entorno. Todo ello convierte a las Lagunas de San Asensio en un lugar ideal para los amantes del birdwatching, la fotografía de naturaleza o simplemente quienes buscan un paseo diferente, lejos del bullicio.
El acceso es sencillo, y su cercanía al casco urbano permite integrarlas fácilmente en cualquier visita al municipio. Combinarlas con una ruta enoturística o cultural es una excelente manera de redescubrir San Asensio desde una nueva perspectiva.
Naturaleza, silencio y vida: eso es lo que ofrecen las Lagunas de San Asensio.
Un rincón natural que completa, con belleza y biodiversidad, el carácter vinícola de esta tierra.

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