Al sur del pueblo podemos encontrar las ruinas de esta ermita del siglo XVIII. Contaba con bóvedas de lunetos y arcos de medio punto. Antiguamente en su interior había varias obras como La Dolorosa y el Eccehomo los cuales tuvieron que trasladarse a la Iglesia Parroquial de San Esteban debido al mal estado de la construcción. Todavía se mantiene la tradición de ir hasta esta ermita en el Vía Crucis del Viernes Santo.